Uno de los reveses más duros que ha sufrido Estados Unidos, junto al atentado del 9/11, ha sido el asesinato al presidente John F. Kennedy. Las dudas en torno al crimen siguen sin resolverse, y Don Delillo, uno de los escritores estadounidenses más destacados, lo cuenta en su monumental novela “Libra”, con Miami como telón de fondo.

Era el mediodía del 22 de noviembre de 1963, y el presidente John F. Kennedy y su caravana circulaban frente a la plaza Dealey, en Dallas, Texas, cuando una bala lo impactó en el cuello y un segundo balazo hirió al gobernador John Connally, que también iba en el vehículo. Del otro lado de la calle, Lee Harvey Oswald, de veinticuatro años, dejaba el rifle recién descargado en el suelo y observaba, desde el sexto piso de la Texas School Book Depository, cómo aquella escena se convertía en un río caudaloso de gente y alaridos, y en un festín de luces circulares azules y rojas que transportaban al presidente al Parkland Hospital donde perdería la vida. Luego Lee Harvey Oswald trataría de confundirse entre el caos, pero su actitud errática llamó la atención de un oficial de la policía que lo enfrentó, y aunque Harvey Oswald lo eliminó de un balazo, el resto es historia: llegaron más patrullas, Lee Harvey Oswald fue detenido, y dos días más tarde, cuando iba a ser trasladado de recinto, Jack Ruby, dueño de un strip club, vinculado a la mafia, aprovechó el tumulto de periodistas y seguridad y le disparó; y Ruby murió en prisión, de cáncer, esperando su sentencia tras apelar la pena máxima.

 ¿Quién mató a Kennedy? ¿Quién mató a Lee Harvey Oswald? ¿Ex Funcionarios de la CIA? ¿La CIA? ¿Ex combatientes de la valerosa Brigada 2506 que peleó en Bahía de cochinos, pero que fueron derrotados por la traición de Kennedy al retirarles su apoyo a último minuto? ¿Células comunistas controladas por Castro, Cuba y la Unión Soviética? ¿La mafia que tenía tanto interés en recuperar Cuba para volver a instaurar sus casinos, hoteles y cabarets en la isla que Castro les había despojado? ¿O simplemente un fanático con delirios de asesino como los que vemos en el noticiero de las once de la noche? A cincuenta y siete años del crimen de JFK estas preguntas siguen en el limbo, pero si algo resulta inevitable, es que sus reflectores siempre alumbren a Miami.

Si bien las relaciones entre Estados Unidos y La Unión Soviética venían tensas a raíz de la Guerra fría, a inicios de la década del sesenta, con la revolución cubana se tensaron más. Los soviéticos, aliados de los cubanos, medían fuerzas mano a mano con la administración del presidente Kennedy impidiendo todo intento norteamericano por derrocar a Castro, siendo quizá el más impactante el de Bahía de Cochinos, que dejó una secuela de rencillas internas a toda escala, pasando por los cafetines de La Pequeña Habana hasta las esferas más altas del poder en Washington. Entonces el centro de operaciones de Estados Unidos en esta guerra contra el comunismo era Miami, la CIA concentraba su mayor poder y sus hombres en Coral Gables, mientras que los Everglades eran bootcamps donde se entrenaba a los militares –quienes vivieron en Miami en esa época, dicen que era habitual escuchar explosiones y detonaciones–. De todo esto da cuenta Don Delillo en su novela Libra, obra de gran factura, que, apunta en una nota: es un trabajo de ficción; sin embargo, los hechos, las fechas y nombres son fieles a la realidad, pero a partir de ello, y de los vacíos que es la ficción misma en este confuso asesinato, nos cuenta cada una de las posibles aristas que pudieron estar involucradas, teniendo como contra punto, a raíz de la pesquisa de Nicholas Branch, ex funcionario de la CIA que busca reconstruir los hechos del crimen por medio de una exhaustiva investigación, un perfil biográfico de Lee Harvey Oswald en su infancia en New Orleans, su paso por los Marines y su deserción para alinearse con los soviéticos declarándose abiertamente marxista y anticapitalista, y su regreso al país, casado con Marina, soviética, como enemigo del gobierno, incubando un odio visceral y creciente por Kennedy que terminaría en la tragedia del 22 de noviembre del 1963.

Libra no es una novela de Miami, es una novela sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy, la gran novela del asesinato a Kennedy si somos justos. Pero Miami es un personaje protagónico en sus páginas, y como los libros muchas veces documentan ciudades y los hechos que las definieron, Libra debería ser lectura de cabecera para todo miamense o interesado en conocer su historia.

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