

Carlos Sánchez Vegas presenta la muestra “ÉL”, en la GAN
Carlos Sánchez Vegas nos invita a formar parte de su historia inconclusa recorriendo la muestra “ÉL”, en la Galería de Arte Nacional

In Memoriam 2023 llevará actividades culturales a Mérida, Maracaibo y Valencia
La Gira Cultural In Memoriam 2023 de Espacio Anna Frank visitará tres capitales venezolanas con diversas actividades para honrar la memoria de las víctimas del Holocausto durante todo el mes de febrero

“Las chicas de la culpa” llegan a revolucionar la comedia en el sur de la Florida
Las chicas de la culpa llega a Estados Unidos para presentarse el sábado 18 de febrero en el Teatro Manuel Artime, y continuar funciones en Dania Beach, North Miami y Orlando.

“Las Lupitas”: el podcast que te ayuda a descubrir el arte que hay en ti
Se estrenó el podcast “Las Lupitas”, una nueva producción de la artista y empresaria Andreina Fuentes Angarita

Entre el decir y el hacer
“Lo verdaderamente importante es lo que hacemos con el tiempo que nos ha sido otorgado”, reflexiona Miguel Ángel Latouche en este nuevo artículo titulado “Entre el decir y el hacer”

10 artistas jóvenes latinoamericanos han sido seleccionados para un programa de formación único en España
Boom! Art Community ha presentado a los artistas latinoamericanos seleccionados para formar parte del Programa Acelerador para Artistas Latinoamericanos (PAAL)

From Edible Art to Immersive Gastronomy
Food of War created “The Forbidden Fruit”, their first Immersive Gastronomy Experience (IGE) in order to explore the rich thematic variations in this concept.

Gledys Ibarra regresa para recordarnos que nada es lo que parece, a través de “La Monstrua”
Regresa Gledys Ibarra con «La Monstrua», una comedia negra llena de arte, alegría y reflexión, un monólogo que dará de qué hablar

Reinventar el cuerpo y resucitar el alma
Nuestra irreverente cultural Andreina Fuentes Angarita, cuenta todo sobre su proceso de sanación desde que fue diagnosticada con esclerosis múltiple

Ser salmón, camarón o quién sabe
“Lo ideal sería tener compromiso, pero esa palabra cómoda no a todos les calza”, así lo asegura nuestra GenX en este nuevo artículo.
En algún momento de la vida de una mujer se atraviesa ese pensamiento de querer ser otra. Sí, es automático pensar en este instante, tú, querida lectora, “pues a mí no me pasa”, “yo no”.
Y es cierto también, sobre todo si has pasado la treintena (hace tiempo) y te has enamorado de la mujer que ahora eres, en aquella que te has convertido. Como yo, te pondrás erguida con la frente en alto y darás una respiración de autocomplacencia. Pero seamos honestas… Incluso ahora con nuestro amor propio ondeando como bandera orgullosa hemos querido no tener esos “detallitos” de personalidad que no nos acercan al nirvana aún.
Desdoblarnos en una mujer distinta, en una sin complejos, sin patas de gallo apareciendo descaradas tras una sonrisa de gracias. Una sin culpa por comerse dos raciones de su plato favorito repleto de gluten y calorías que alegran el ánimo en días lluviosos. Ser una mujer más segura de sí ante esa llamada inesperada de un ex fantasmal que alborota recuerdos sabrosos…
Las mujeres transitamos por ciclos que nos agobian, y no es la menstruación o la menopausia, es la vida con su toga y birrete que nos dice: Te falta, no lo logras todavía, no te estás esforzando lo suficiente.
Desear ser otra lo hemos sentido desde nuestra adolescencia donde queríamos ser más curvilínea porque éramos un saco de huesos, o más delgada porque nuestras mejillas nos avergonzaban y nos sentíamos una pelota de playa. Ser más como fulanita que tenía el cabello perfecto, como zutanita que parecía una percha de ropa y todo le sentaba de maravilla. Querer parecernos a la actriz X con su estilo desenfadado y provocativo o imitar a la cantante Y en su manera de guiñar el ojo y sonreír como la mejor modelo de pasta dentífrica.
Lo bello de vivir incómoda con nosotras es que van pasando los años y nos vamos sacando aquellas costras del corazón herido en su autoestima y nos vamos envolviendo de una capa protectora que invisible nos cubre desde los pies hasta el último chakra: no me perturbo, soy una mujer en proceso de mejora, en plena construcción, en remodelación constante. No quiero pensar en ser otra. Me amo como soy, o sea, #bendecidayafortunada.
Nos vemos al espejo con todas las marcas, manchas, arrugas y nos sonreímos más para comprobar cuánto aguantamos siendo solo felices por estar vivas, libres de quejas. Nos divertimos bailando cuando nadie ve con la música más ridículamente buena, esa que nos recuerda momentos y situaciones donde éramos unas supremas inconscientes de la vida, con la diferencia sublime que hoy bailamos solas y está bien, solo queremos disfrutarnos a nosotras mismas.
Transformarse, ser otra… sí, otra versión mejorada de quienes somos en realidad.
Tal vez te interese ver:
Y si tal vez | Manifiesto GenX
“No dejes para enero lo que puedes comenzar a transformar hoy”, así lo asegura nuestra GenX en este nuevo artículo.
La interacción como fe de vida
“Estamos hiperconectados y vivimos en un presente permanente”, así lo asegura nuestra GenX en este nuevo artículo.
La era que se está yendo
“Cada vez sorprende más la ignorancia offline”, así lo asegura nuestra GenX en este polémico artículo.
Escritora y cronista.
Columnista en The Wynwood Times:
Vicisitudes de una madre millennial / Manifiesto de una Gen X